lunes, 6 de octubre de 2008

POSICIÓN POLÍTICA DEL FNLS ANTE MASACRE DE CAMPESINOS EN CHIAPAS

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. 6 de Octubre de 2008.

A LOS PUEBLOS DE CHIAPAS, DE MÉXICO Y DEL MUNDO
A LOS ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS NACIONALES E INTERNACIONALES.
A LA PRENSA ESTATAL, NACIONAL E INTERNACIONAL
A LA OPINIÓN PÚBLICA.
A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES Y POPULARES.
AL FRENTE NACIONAL CONTRA LA REPRESIÓN

POSICIÓN POLÍTICA DEL FRENTE NACIONAL DE LUCHA POR EL SOCIALISMO (FNLS) DESDE CHIAPAS, ANTE EL OPERATIVO POLICÍACO-MILITAR QUE DEJÓ UN DELEZNABLE SALDO DE 6 EJECUCIONES SUMARIAS Y DECENAS DE HERIDOS DE ORIGEN CAMPESINO E INDÍGENA EN EL MUNICIPIO DE LA TRINITARIA, BAJO EL GOBIERNO DE JUAN JOSÉ SABINES GUERRERO.


El Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) desde Chiapas expresa su más enérgica condena ante el operativo desplegado por policías federales y estatales el pasado viernes 3 de Octubre, hecho que culminó con el abominable asesinato de 6 campesinos indígenas y decenas de heridos.

De esta abominable masacre, manifestamos que los principales responsables son el Gobernador del Estado Juan José Sabines Guerrero, el Secretario de Gobierno Jorge Morales Messner, y el Ministro de “Justicia” Amador Rodríguez Lozano, quienes en vísperas de los hechos, hacían creer a los ejidatarios que sus legítimas demandas serían atendidas mediante el diálogo y la concertación.

Es revelador que ahora el gobierno estatal anuncie la intención de indemnizar a las familias de los campesinos masacrados y heridos, así como el ofrecimiento de proyectos económicos, pero más aún, que la zona arqueológica de Chinkultik y el Parque Nacional de Montebello sea administrados y resguardados por los ejidatarios, lo que era originalmente la demanda de los ejidatarios. Ello sólo demuestra la enorme incapacidad e insensibilidad de un gobierno que decidió criminalizar a campesinos ejidatarios y optar por una salida violenta y policíaca como respuesta a sus legítimas demandas, que pudieron ser atendidas desde el principio, por la vía política y del diálogo, evitándose estos condenables acontecimientos.

El operativo policíaco-militar del 3 de Octubre, desde nuestra perspectiva, constituye un nuevo ensayo contrainsurgente en Chiapas, implementado por el Gobierno Federal de Felipe Calderón Hinojosa y por el Gobierno del Estado de Juan Sabines Guerrero, con que se pretende despojar a las comunidades y pueblos indígenas de sus tierras y recursos naturales; ahí están en puerta las amenazas de desalojo y despojo de sus tierras y territorio a decenas de ejidos y comunidades por proyectos como el de la autopista Palenque-San Cristóbal, o como las concesiones de minas a empresas trasnacionales en las regiones Sierra y Fronteriza, que además se insertan en la lógica del Proyecto Mesoamérica (antes Plan Puebla Panamá).

Resulta sumamente preocupante y no casual, que al igual que como ocurrió en Sicartsa, Atenco y Oaxaca; en Montebello y Chinkultik intervienen elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP), de la Procuraduría General de la República (PGR) y policías estatales, con el objetivo de controlar y desbaratar el legítimo descontento popular y desarrollar estrategias de aniquilación hacia la población civil, que incluye precisamente el despliegue de operativos policíacos, escuadrones de la muerte, grupos paramilitares, y en donde se cometen crímenes de lesa humanidad como la desaparición forzada y ejecuciones sumarias.

La masacre del 3 de Octubre es un mensaje contundente para todas las comunidades, organizaciones y pueblos campesinos e indígenas que se atrevan a reclamar sus legítimos derechos como ejidatarios y el derecho a la tierra y el territorio, por lo que ninguna organización democrática e independiente en Chiapas podemos guardar silencio ante este acto de barbarie; hacerlo significa avalar a un gobierno que se ha manchado las manos de sangre, y que merece la condena del pueblo mexicano y de la historia.

La masacre del 3 de Octubre nos remite inevitablemente a la masacre de Wolonchán, ocurrida el 30 de Mayo de 1980, que se dio en un momento en que la lucha campesina era álgida e intensa, y cuyo responsable fue precisamente el padre del actual gobernador de Chiapas: Juan Sabines Gutiérrez.

Chiapas, como hace casi 30 años, está gobernado por una oligarquía terrateniente que tiene las manos demasiado manchadas con sangre campesina e indígena.

Hacemos un llamado respetuoso a nuestro pueblo mexicano, a las personalidades e intelectuales, al Frente Nacional contra la Represión (FNCR), a los organismos de derechos humanos, al Senado de la República, a la Cámara de Diputados, para que se sumen a la demanda de que el crimen de lesa humanidad cometido en la Trinitaria no quede impune, se investigue y castigue penalmente a quienes amparados en el poder público autorizaron el operativo y dieron la orden de que se disparara a mansalva contra la población civil, lo que inevitablemente conduce al Gobierno del Estado de Chiapas.

¡TODOS Y TODAS A LUCHAR Y DEFENDER NUESTRAS TIERRAS Y TERRITORIOS!
¡LIBERTAD A TODAS Y TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS DE CHIAPAS!
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡PORQUE SER CAMPESINO E INDÍGENA NO ES SINÓNIMO DE DELINCUENTE!
¡CASTIGO A LOS RESPONSABLES DE LA MASACRE DEL 3 DE OCTUBRE!
¡POR LA UNIDAD OBRERO, CAMPESINA, INDÍGENA Y POPULAR!

FRENTE NACIONAL DE LUCHA POR EL SOCIALISMO (FNLS)

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