A LOS PUEBLOS DE CHIAPAS, MÉXICO Y DEL MUNDO.
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES.
A LA OPINIÓN PÚBLICA.
Mentira y demagogia ha sido el lenguaje común de la ultraderecha para engañar a nuestro pueblo, con el fin de servir a sus amos del imperialismo norteamericano implementando planes siniestros y encubiertos para despojarnos de nuestras riquezas y explotar nuestra fuerza de trabajo.
Así sucedió con el "Tratado de Libre Comercio de América del Norte" (TLC-AN). Hablaban muy bonito: que mejorarían los precios de nuestros productos, que habría más trabajo y mejor pagado, que nuestro empobrecido país entraría directo al primer mundo, que nos traería un gran desarrollo. Pero nada de eso fue cierto, sino totalmente al contrario. Vimos cómo invadieron al país las transnacionales, arrollando indiscriminadamente a pequeños y medianos productores mexicanos, cuya quiebra económica provocó que se perdieran millones de puestos de trabajo.
Tal desempleo elevó fuertemente la oferta de mano de obra, ocasionando que se abarataran los salarios. La agricultura se desplomó junto a la caída de precios de nuestros productos, empujando a millones de campesinos a la emigración: unos para engrosar los cinturones de miseria en las grandes ciudades del país y otros hacia los Estados Unidos, pero en ambos casos como numerosos contingentes de mano de obra barata. Se dejó así al campo mexicano en el abandono total y la miseria extrema, con lo cual se le dio el tiro de gracia a la maltrecha soberanía alimentaria de México, para hacernos más dependientes de las transnacionales.
Engaño igual fueron las llamadas privatizaciones, cuando nos prometieron que el pueblo se iba a beneficiar con ello teniendo mejores servicios y más baratos. Lo que vimos fue rapiña, corrupción y al gobierno despojando a la Nación para favorecer a sus socios oligarcas, del país y extranjeros, que terminaron adueñándose mediante precios de ganga del patrimonio que nuestro Pueblo forjó durante muchas generaciones.
Así también promovieron el "Plan Puebla Panamá" (PPP) y "Area de Libre Comercio de las Américas" (ALCA), con las mismas mañas demagógicas, recorriendo con ello la frontera política de Estados Unidos hasta el sur de nuestro país. Para concretarlo construyeron autopistas con recursos públicos, que más tarde entregaron a manos de empresas privadas para su explotación: como lo acaba de hacer el gobierno de Juan Sabines en Chiapas. Igualmente expropian tierras a los campesinos para dárselas a las empresas mineras extranjeras, como lo vemos en el municipio chiapaneco de Motozitla. Con diversos apoyos gubernamentales, los empresarios instalan maquiladoras para ultraexplotar la mano de obra de los trabajadores, tal como sucedió con el delincuente de cuello blanco Kamel Nacif en nuestro estado. Y finalmente, para garantizar el control del pueblo trabajador, incrementan la militarización y paramilitarización.
De este modo el origen del nuevo proyecto denominado "Ciudades Rurales" , que hoy lanza el gobierno de Juan Sabines a través de una gran campaña publicitaria, no es nada nuevo. Viene desde Carlos Salinas, que sin decir nada empezó a montar la infraestructura para dicho plan. Es Fox quien abre su gran boca al intentar vendernos el PPP, señalando que: la "principal" razón por la que existe tanta pobreza en el sur-sureste del país, es porque la mayoría de la población se encuentra dispersa en pequeñas comunidades a las que es imposible llevar los servicios que se requieren . Y como "solución" propone: reconcentrar a la gente en algo llamado "Nódulos de Población" y echar a andar el plan "Marcha Hacia el Sur", con lo cual se pretende convertir dicha región del país en un centro maquilador similar al que existe a lo largo de la frontera norte. De forma paralela arranca otro plan, el "Corredor Biológico Mesoamericano", para entregar a la industria transnacional nuestra riqueza biológica: lo que significa desalojo de comunidades asentadas en las reservas ecológicas (Montes Azules, entre otras).
TODOS ESTOS PLANES Y PROYECTOS TRANSNACIONALES ESTÁN FINANCIADOS POR EL BANCO MUNDIAL, Y AL IGUAL QUE EL PROGRAMA AGRARIO PROCEDE/ PROCECOM, TODOS ESTÁN LIGADOS ENTRE SÍ: tratan de debilitar la cohesión social de los ejidos y bienes comunales, para propiciar que los campesinos e indígenas abandonen sus tierras y se concentren en lugares ( ¿Ciudades Rurales?) dónde puedan ser fácilmente ultra-explotados como mano de obra barata; al tiempo que las empresas agroindustriales, mineras, de biotecnología, etc., podrán contar con grandes extensiones de tierra ricas en recursos estratégicos.
Por otro lado el ASPAN, el "Plan México" y la recientemente anunciada por George Bush "Iniciativa Mérida", artimañas del imperialismo norteamericano para extender su control militar dentro de nuestro territorio, no están desligados del proyecto "Ciudades Rurales". ¿Para qué quieren sacar del medio rural a los campesinos ultra-marginados y concentrarlos en aldeas modelo diseñadas por el imperialismo? Además de hacerlo para despojarlos de sus tierras y explotar su mano de obra en las maquiladoras, lo hacen para CONCENTRAR SU DESCONTENTO EN PUNTOS BIEN COTROLADOS POR LAS FUERZAS REPRESIVAS.
Todos estos planes imperiales NO ESTÁN DISEÑADOS PARA TRAERLE BENEFICIOS AL PUEBLO. Las "Ciudades Rurales" no serán otra cosa que campos de concentración de mano de obra barata, donde el gobierno y los capitalistas podrán administrar a su antojo nuestra miseria, mientras el ejército federal y las policías bajo su mando podrán sofocar cualquier descontento que surja como respuesta de los pobres en contra de la explotación que sufran.
Por eso vemos que el "Comité de Vigilancia de los Fondos del Plan de Ciudades Rurales" está integrado única y exclusivamente por líderes empresariales y autoridades gubernamentales de alto nivel. NO HAY AHÍ NI UN SOLO TRABAJADOR.
Y como no puede haber régimen neoliberal sin leyes que lo sostengan, vemos a diputados y senadores al servicio de la clase oligarca, esmerados en seguir mutilando nuestra Constitución para acelerar las contra-reformas laborales y penales que están borrando sistemáticamente los derechos conquistados históricamente por la clase trabajadora.
El campo chiapaneco al igual que el de todo el país, no necesita de más demagogia ni de "planes" elaborados para beneficiar al empresariado nacional y estadounidense. Lo que requieren los campesinos mexicanos –y al mismo tiempo el país para recuperar su Soberanía Alimentaria– es de una Reforma Agraria Integral que entre otros aspectos contemple: certeza jurídica en la tenencia colectiva de sus tierras; una serie de políticas y apoyos técnicos y económicos enfocados en revivir su producción agrícola o pecuaria; acceso a servicios dignos de educación, salud y esparcimiento; creación de infraestructura para sacar sus productos a los lugares de consumo; y la garantía de una vida digna basada en el precio justo a sus productos.
Llamamos al Pueblo de Chiapas a no dejarse engañar esta vez con el nuevo espejismo neoliberal de las "Ciudades Rurales". Y a los Pueblos de los demás estados de la República Mexicana, a que tomen nota de lo que el gobierno ultraderechista y el imperialismo norteamericano están haciendo Chiapas, para impedir que esos despojos se repitan en otras partes del país.
¡Por la Unidad Obrero, Campesina, Indígena y Popular!
Coordinación Estatal Chiapas del
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS)
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